
Abadal, primer elaborador europeo en incorporar el sello Fire Wine
El Celler Abadal, en la DO Pla de Bages, se convierte en la primera bodega de Europa en incorporar el sello Fire Wine Resilient Landscape©, una certificación impulsada por el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC) que reconoce a los elaboradores comprometidos con la prevención de incendios y la gestión sostenible del territorio.
El acuerdo entre Abadal y el CTFC se firmó en las viñas de la bodega en Santa Maria d’Horta d’Avinyó. Con esta adhesión, Abadal inaugura un sello que avala prácticas agrícolas orientadas a configurar paisajes en mosaico más resilientes al fuego y preparados para afrontar los riesgos derivados del cambio climático.
El distintivo, reconocido recientemente por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, marca un hito en el sector vitivinícola europeo. Desde su presentación, una veintena de bodegas, agrupaciones de viticultores y espacios naturales de España, Francia, Portugal e Italia han iniciado los trámites para adherirse a la iniciativa.
Una certificación con vocación europea
El sello Fire Wine Resilient Landscape© distingue a los productores que gestionan sus cultivos como auténticos “cortafuegos productivos”. De esta forma, las viñas no solo producen vino, sino que se convierten en aliadas para la protección del paisaje y en herramientas de prevención frente a incendios forestales cada vez más agresivos.
En palabras de Antoni Trasobares, director del CTFC, “en el escenario del cambio climático, hemos de hacer las cosas de manera diferente”. El propietario de Abadal, Ramon Roqueta, subrayó la necesidad de reconocer al vino como protector del paisaje, mientras que el enólogo Miquel Palau recalcó que obtener este sello es “un orgullo que debe ayudar a sensibilizar a los consumidores sobre el valor de la viña en la preservación del entorno”.
Colaboración público-privada contra el fuego
El proyecto Fire Wine forma parte del programa europeo Fire Res y busca abrir un nuevo paradigma en la gestión del territorio. Se fundamenta en la colaboración entre administración, sector privado y sociedad civil para generar un paisaje menos vulnerable y más preparado frente al riesgo de grandes incendios.
La coordinadora de la iniciativa, Soazig Darnay, recordó que el reto pasa por “trabajar colectivamente en la mejora del paisaje” y por superar el aislamiento de los agricultores frente a los efectos de la emergencia climática.
La trayectoria de Abadal
Con este paso, Abadal refuerza su compromiso con la sostenibilidad y el territorio. Fundada en 1983 por Valentí Roqueta, la bodega hunde sus raíces en una tradición vinícola que se remonta al siglo XII, cuando la familia ya cultivaba viña en el Pla de Bages.
Hoy cuenta con 127 hectáreas de viñedo rodeadas de bosques mediterráneos y cultiva tanto variedades internacionales como uvas locales recuperadas, entre ellas el picapoll y el mandó. Vinos como Abadal 3.9, Abadal 5 Merlot o Abadal Nuat son referentes de una casa que combina innovación y respeto por la historia.
Con la obtención del sello Fire Wine, Abadal no solo consolida su papel como embajadora de la DO Pla de Bages, sino que se erige en pionera europea en el camino hacia un vino que protege, además de emocionar, el paisaje del que nace.